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Blogs de Aventura en la Montaña

Limpieza y cuidado de tus botas de montaña


Después de una placentera caminata por el bosque o la montaña, debemos realizar una correcta limpieza de nuestras botas para prolongar su vida útil. Al regresar a casa, la limpieza debe ser profunda y debe hacerse antes de guardar las botas.


Si tu bota está confeccionada con materiales sintéticos su mantenimiento será más sencillo, aunque es posible que te dure bastante menos que una confeccionada en piel, ya que las uniones del exterior, la suela y otros elementos de la bota, suelen ir unidas con pegamentos. Si tu bota es de piel, comprueba las costuras y no dejes que la rotura en una de ellas se prolongue. En ambos tipos de bota su limpieza consiste normalmente en cepillar enérgicamente el exterior de la bota para quitarle el polvo o el lodo seco siguiendo los siguientes pasos:


  1. Para botas sintéticas y de piel: comienza por remover las plantillas y agujetas, de ser necesario deben ser lavadas por separado a mano o con lavadora. Una vez secas las plantillas hay que rosearlas con algún desodorante para pies o desinfectante para evitar la acumulación de posibles hongos o mal olor.

  2. Retira todo el lodo y suciedad de las botas, primero sacudiendo repetidamente y dando golpes para eliminar los excesos. Los residuos difíciles de extraer de la suela, puedes retíralos con un pedazo de madera o una herramienta con punta, puedes usar también un cepillo de cerdas duras.

  1. Elimina la suciedad con agua tibia y jabón (para calzado). Ten cuidado, ya que no todos los jabones y detergentes que comúnmente tenemos en casa, son apropiados para nuestro calzado.

  2. Seca tus botas (sintéticas o de piel) en un lugar fresco y seco, nunca al lado de una fuente de calor o bajo el sol directo, déjalas en un lugar ventilado y a la sombra. El cuero mojado se “quema” al exponerlo a una fuente de calor, es decir, se vuelve quebradizo y se contrae, lo que puede provocar que se rasgue provocando daños irreparables en la superficie.

  3. Para impermeabilizar el calzado (sintético o de piel) y recuperar en parte su capacidad hidrofugante sin perder la transpirabilidad, venden productos específicos, normalmente en spray. El uso de estos productos sobre materiales como la piel o el cuero pueden variar el tono del mismo, y si usas cremas o grasa de caballo, estarás cerrando el poro y haciendo así que tus botas no transpiren (eso sí, repelerán bien el agua).

  4. Después del secado y la impermeabilización, deben recibir una mano de crema o emulsión de cera (para el caso de las botas de piel) pulir con un cepillo para rehidratar el cuero. Para las botas de materiales sintéticos esto no es necesario.

  5. Por último, guarda tus botas en un lugar seco y bien ventilado. De ser posible, coloca una horma de madera o o papel periódico a las botas, esto ayudará a mantener su forma durante el almacenamiento y evitar pliegues, sobre todo en las botas de piel.

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